Campos de internamiento

Evacuación de japoneses Animado de nuevo sobre el tema de los campos de recolocación a partir de la película Come See the Paradise (1990) de Alan Parker que vimos el pasado viernes, he buscado de nuevo información al respecto. Es un tema que siempre me ha llamado la atención, cómo se puede considerar a una población entera como enemiga y tomar la decisión de criminalizarla y apartarla de la sociedad internándola en campos de «internamiento» o «recolocación». Canadá, con 20.881 desplazados, y Estados Unidos, con 120.000 desplazados, llevaron a cabo el traslado de Isei (一世) y Nisei (二世), hacia en interior del país, alejándolos de la Costa del Pacífico como «medida de seguridad» ante la posibilidad de que actuasen como «espías» o «saboteadores» del enemigo, siéndoles aplicadas las normas internacionales para los prisioneros de guerra de la Convención de Ginebradel 27 de julio de 1929. Australia también dispuso de este tipo de campos de internamiento para ciudadanos japoneses y alemanes, entre otros, deportando a Japón en 1946 parte de los ciudadanos de origen japonés y nacidos en Australia.

Confiscación de un barco de pescaEste tipo de medida no fué la primera en el caso canadiense, pues, durante la I Guerra Mundial fueron internados en campos los ciudadanos ukranianos, alemanes, turcos y austro-hungaros, siguiendo la War Measures Act de 1914. Antes del fin de la guerra, en 1945, 4.000 canadiense-japoneses perdieron su nacionalidad y fueron deportados a Japón, y tras la guerra fueron 6.000 más.En Estados Unidos, el presidente Franklin D. Roosevelt firmaría el 19 de febrero de 1942 la Executive Order 9066, que permitía considerar ciertas zonas del país como áreas militares en las que «from which any or all persons may be excluded«. Curiosamente ésta orden encontró oposición en la figura del director del FBI, J. Edgar Hoover, y en la de su esposa, Eleanor Roosvelt.

Canada

Estados Unidos

Australia

  • Uncommon Lives, a través del caso del alemán Wolf Klaphake podemos recoger datos sobre la política de internamiento que afectó también a 1.141 japoneses.

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